Los días 7 y 8 de abril se celebró un taller interregional para poner en marcha el proyecto “Creación de capacidades para salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial en situaciones de emergencia en los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) del Pacífico y el Caribe”.
Más que nunca, el cambio climático presenta desafíos únicos para los PEID y sus impactos se agravan en las regiones del Caribe y el Pacífico. Por ello, este proyecto, generosamente financiado por el Fondo Fiduciario de Japón, proporcionará un apoyo oportuno a las comunidades para que puedan movilizar su patrimonio vivo para prepararse, responder y recuperarse de las catástrofes naturales.
Celebrado en cooperación con la Oficina Multipaís de la UNESCO para el Caribe en Kingston (Jamaica) y la Oficina de la UNESCO para los Estados del Pacífico en Apia (Samoa), el objetivo del taller era reunir a las principales partes interesadas de las Bahamas, Belice, Fiyi, Tonga y Vanuatu, con el fin de lograr una comprensión común de la importancia de salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial en situaciones de emergencia, y en particular su integración en las estrategias de reducción del riesgo de desastres.
El proyecto “Creación de capacidades para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial en situaciones de emergencia en los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) del Pacífico y el Caribe” responde directamente a la necesidad identificada en la Senda de Modalidades de Acción Acelerada de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (Senda SAMOA), un programa de acción acordado internacionalmente para los PEID elaborado por las Naciones Unidas.
El taller fue una oportunidad para presentar a los participantes los conceptos clave que vinculan la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial (PCI) y la reducción del riesgo de desastres (RRD), así como los principios operativos y las modalidades para salvaguardar el PCI en situaciones de emergencia, que hacen hincapié en el doble papel que desempeña el patrimonio vivo en las emergencias: por un lado, es vulnerable a los desastres y, por otro, es un recurso que ayuda a mitigarlos. La mesa redonda reunió a actores del PCI y a funcionarios de las Oficinas Nacionales de Gestión de Desastres (ONGD) de los cinco PEID para que compartieran sus experiencias y puntos de vista relacionados con los contextos específicos de cada país para la salvaguardia del PCI y la RRD.
Además, gracias a su enfoque de creación de capacidades, el proyecto servirá de modelo en otros PEID y países propensos a las catástrofes naturales. Con un fuerte énfasis en el aprendizaje entre pares y el intercambio entre los PEID, el proyecto contribuirá a la creación de una red dedicada a la salvaguardia del patrimonio vivo y la reducción del riesgo de desastres en el contexto interregional, fomentando la cooperación Sur-Sur.
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