Nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) está siendo recreado constantemente por su depositarios, y los expertos afirman que no hay dos manifestaciones de una sola y misma práctica o expresión que sean totalmente idénticas. Los elementos del PCI evolucionan constantemente, de una manifestación a otra y a la vez son transmitidos de una persona a otra y de generación en generación. La viabilidad de las prácticas del patrimonio inmaterial depende de la transmisión continua de los conocimientos y técnicas especiales que son esenciales para su aprobación o incorporación.

Salvaguardar el PCI equivale a garantizar su viabilidad entre las generaciones actuales y su transmisión a las futuras. Las comunidades y grupos de profesionales y otros depositarios de la tradición en todas partes del mundo han desarrollado sus propios sistemas para la transmisión de sus conocimientos y técnicas, que la mayoría de las veces depende – o, desgraciadamente, dependía – de la tradición oral más que de los textos escritos.

Uwang Ahadas, un 'Tesoro Humano Vivo filipino' enseñando el gabbang a una chica joven
Uwang Ahadas, un ‘Tesoro Humano Vivo filipino’ enseñando el gabbang a una chica joven
© R.S. Rastrollo

Las amenazas para la transmisión de este patrimonio vivo proceden de factores como los cambios sociales y demográficos, que reducen el contacto entre las generaciones, por ejemplo por las migraciones, y la urbanización, que a menudo aparta a la gente de sus mayores sabios, desde la imposición de los sistemas de educación formal que infravaloran los conocimientos y las técnicas tradicionales, o de los medios de comunicación invasivos. La respuesta a estas amenazas debe salir de las comunidades y grupos afectados, ayudados por las organizaciones locales, sus gobiernos y la comunidad internacional representada en la Asamblea General de los Estados Partes en la Convención para la Salvaguardia del PCI, de 2003.

Los esfuerzos de la UNESCO van dirigidos a la asistencia a los Estados que deseen reforzar los sistemas de transmisión existentes en las comunidades, o complementarlos con programas de educación formal o no formal en los que se enseñan los conocimientos y técnicas a otros miembros de la comunidad, normalmente más jóvenes.

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