Tarcila Rivera Zea
© UN Women
27 de febrero de 2020

Tarcila Rivera Zea es una activista de los derechos de los pueblos indígenas peruanos. Creció hablando quechua y sólo aprendió español a la edad de 10 años cuando empezó a asistir a la escuela. Desde muy joven, ha defendido los derechos de los pueblos indígenas, y ha abrazado y promovido su herencia cultural, así como su lengua materna el quechua.

Durante la dictadura militar trabajó para una institución gubernamental que buscaba valorar todos los aspectos de la historia del Perú y sus raíces. Como resultado de su trabajo, la lengua quechua fue declarada oficial y se permitió por primera vez a los quechuas hablantes utilizar libremente su idioma en público.

Desde entonces ha trabajado para fortalecer esas raíces y hacer frente a los temores de su pueblo derivados de las experiencias de exclusión y racismo. Ha dedicado más de 30 años a la defensa de los derechos de los indígenas a través de CHIRAPAQ, el Centro de Culturas Indígenas del Perú, una asociación que promueve la afirmación de la identidad cultural y la educación de las mujeres y jóvenes líderes indígenas, así como la promoción del patrimonio cultural indígena.

En 2019, Tarcila fue invitada a inaugurar la exposición de la UNESCO sobre las lenguas indígenas: “Sonidos del patrimonio vivo: Un viaje a través de las lenguas indígenas”, que se presentó en Bogotá, Colombia, durante la 14ª reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. También es miembro de la Comisión Internacional de la iniciativa “Futuros de la educación” de la UNESCO.

Tarcila habló recientemente con la Secretaría de la Convención de 2003 sobre el papel de la UNESCO y los desafíos que implica la salvaguardia de las lenguas indígenas como vehículo de transmisión del patrimonio. Lea la entrevista completa aquí.

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