La cultura del “corso”, cortejo de flores y frutas, en los Países Bajos

   

Inscrito en 2021 (16.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

© Amsterdamse FilmStichting, 2020

Originario de Italia y del sur de Francia, el festejo denominado “corso” se ha extendido por los Países Bajos desde finales del siglo XIX. Esta celebración anual consiste en un desfile de carrozas o embarcaciones ornamentadas con flores, frutas y hortalizas que a veces transportan personas disfrazadas. El paso de los cortejos por las calles, canales o ríos suele ir acompañado de conciertos musicales y representaciones teatrales que en ocasiones se escenifican por la noche en barcos iluminados. Grupos de amigos o barrios de diferentes localidades suelen pasar varios meses ornamentando con refinamiento para el “corso” las carrozas o embarcaciones en las que se colocarán las flores, frutas y hortalizas justo antes de que comience el desfile. Las carrozas, propulsadas a brazo o con un motor, pueden llegar a alcanzar hasta veinte metros de longitud y diez de altura. Como el “corso” es también un certamen, barrios enteros compiten para crear la carroza más hermosa y conseguir el premio que otorga un jurado. Otros aspectos importantes del “corso”, que trascienden los vinculados al desfile y la competición, son las reuniones para beber y comer o las celebraciones periódicas de fiestas entre los que preparan las carrozas y embarcaciones. Son estos actos sociales los que crean entre los practicantes de este elemento del patrimonio cultural inmaterial un sentimiento de cohesión y solidaridad que suele ser lo que les induce esencialmente a participar en el “corso”. El elemento se transmite por conducto de aprendizajes prácticos y enseñanzas impartidas en los programas escolares, así como mediante la participación en los cortejos anuales.

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