El 13 de agosto de 2024, la UNESCO organizó una reunión en línea como parte del proyecto ‘América Latina y el Caribe: Fortalecimiento de Capacidades para Comunidades Resilientes a través del Turismo Sostenible y la Salvaguardia del Patrimonio’. La reunión se centró en el componente del patrimonio cultural inmaterial en contextos urbanos.
Con la participación de expertos y un representante del Reino de Arabia Saudita, la sesión reunió a unos 25 participantes de los países beneficiarios: Belice, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá. Los participantes, en su mayoría gerentes y directores de las oficinas de patrimonio vivo en cada país, así como varios urbanistas, intercambiaron ideas sobre cómo fomentar la sinergia entre la planificación urbana y los sectores de patrimonio vivo a nivel nacional y regional.
La reunión ofreció una plataforma para explorar precedentes, compartir perspectivas e identificar los intereses específicos de cada país en el área del patrimonio vivo en las ciudades. Además, proporcionó actualizaciones sobre el desarrollo del proyecto, en particular sobre la salvaguardia del patrimonio vivo en el contexto del desarrollo urbano desde una perspectiva regional.
Además, esta reunión marcó el primer paso para iniciar una red regional centrada en el patrimonio vivo en contextos urbanos. Ofreció una oportunidad para evaluar cómo se considera actualmente el patrimonio vivo en contextos urbanos, desde el nivel nacional hasta el local, en los países participantes.
Esta sesión de intercambio también sentó las bases para la próxima fase del proyecto, que comenzará en la segunda mitad del año. La próxima fase se centrará en la implementación de actividades de fortalecimiento de capacidades para salvaguardar el patrimonio vivo en las ciudades.
Este proyecto se implementa con el valioso apoyo del Reino de Arabia Saudita y en colaboración con la Coordinación Educativa y Cultural de América Central (CECC/SICA). Su objetivo es crear sinergias entre la Convención del Patrimonio Mundial de 1972 y la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003, promoviendo modelos de turismo sostenible y la resiliencia de las comunidades locales.
