Tradición y cultura del ''palov''

   

Inscrito en 2016 (11.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

© Republican Scientific-Methodological Center for Folk Art, 2015

En Uzbekistán hay un proverbio que dice que un huésped no puede irse de la casa de su anfitrión sin que se le haya ofrecido el palov, un plato tradicional preparado y consumido en común en todas las comunidades rurales y urbanas del país. Cocinado con arroz, carne, verduras y especias, se consume regularmente en los hogares, pero también se ofrece a los huéspedes como gesto de hospitalidad, se sirve en acontecimientos especiales como las celebraciones del Año Nuevo o las bodas y se prepara para dar de comer a los necesitados, e incluso para rendir homenaje a los familiares difuntos. La preparación y el consumo del palov pueden acompañar también algunos eventos tradicionales, ya sean rituales religiosos de plegarias o conciertos de música popular. Este plato lo preparan tanto hombres como mujeres de todas las edades y condiciones sociales. Las prácticas y los conocimientos vinculados a esta práctica cultural los transmiten las personas de más edad a las generaciones jóvenes de modo formal e informal, ya sea por conducto del sistema clásico maestro-aprendiz o en centros de enseñanza profesional. También se transmite mediante demostración y participación en el seno de las familias y entre colegas o amigos, así como en instituciones comunitarias u organizaciones religiosas. La preparación y el consumo en común de este plato tradicional permiten fortalecer los vínculos sociales, promover valores importantes como la unidad y la solidaridad, y perpetuar tradiciones locales que forman parte integrante de la identidad cultural de las comunidades.

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