El radif de la música iraní
Inscrito en 2009 (4.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El radif es el repertorio tradicional de la música clásica iraní que constituye la esencia de la cultura musical persa. Cuenta con más de 250 unidades melódicas, denominadas gushe y organizadas en ciclos, y posee un sustrato modal de base que viene a ser el telón de fondo al que se añaden los motivos melódicos más diversos. Aunque la interpretación de la música tradicional iraní se basa esencialmente en el arte de la improvisación –en función del estado de ánimo del artista y las reacciones del auditorio–, los músicos dedican varios años a dominar el radif por contener éste el conjunto de elementos imprescindibles para sus interpretaciones y composiciones. El radif puede ser vocal o instrumental y se interpreta con instrumentos que exigen técnicas de ejecución diversas: laúdes de mástil largo llamados tār y setār; cítara santur, cuyas cuerdas se golpean con macillos; vihuela de péndola kamānche; y flauta de caña ney. Transmitido oralmente de maestros a discípulos, el radif encarna a la vez la estética y la filosofía de la cultura musical persa. Su aprendizaje exige como mínimo diez años de dedicación, durante los cuales los alumnos no sólo deben memorizar su repertorio, sino también ejercitar una ascesis musical encaminada a abrirles las puertas de la espiritualidad. Médula de la música iraní, este tesoro musical refleja la identidad cultural y nacional del pueblo de Irán.