De manera general, la pandemia ha afectado la práctica colectiva de las expresiones culturales de las comunidades totonacas, así como actividades específicas como el comercio de productos artesanales.
No obstante, la crisis nos ha orillado a acercarnos al manejo de las nuevas tecnologías para fortalecer los vínculos entre los miembros de las comunidades (comunicación a través de las redes sociales, etc.) así como buscar maneras de adaptar los mecanismos de transmisión usualmente presenciales y basados en la recreación simultánea (proceso de enseñanza-aprendizaje) a los medios digitales.
Los jóvenes han utilizado los medios tecnológicos para seguir en contacto, esto también ha servido para hacer llegar información difundida por sitios de internet y redes sociales a los padres y abuelos, a quienes también auxilian en el manejo de esos dispositivos.
Sobresale la organización de serenatas y conciertos virtuales que tienen por objetivo la recaudación de fondos y despensas para las comunidades más afectadas por la pandemia, como la de los músicos, en el siguiente link se puede acceder a videos sobre las acciones realizadas.
Consideramos que el patrimonio vivo se mantiene, está en cada uno de nosotros que así sea y se divulgue para el propio fortalecimiento.
Mientras la memoria se comparta, el patrimonio espiritual continuará vivo.
Las designaciones utilizadas y la presentación de los textos y documentos presentados en esta plataforma no suponen ninguna toma de posición por parte de la UNESCO acerca de la condición jurídica de los países, territorios, ciudades o zonas ni respecto al trazado de sus fronteras o límites.