Considero que el patrimonio vivo AÚN no ha sido afectado sustancialmente. Los patrimonios son -entre otros- resultados de procesos que implican: la fusión de diferentes culturas, las ancestrales experiencias que dinámicamente dan vigencia a cada elemento, y la necesidad permanente del ser humano para adaptar el legado recibido a sus necesidades permanentemente nuevas.
De allí que considero que “AÚN” no ha sido afectado, pero la circunstancia que vivimos a causa de la pandemia de covid-19 seguramente incidirá -por lo anteriormente expresado- en cambios de dimensiones muy difíciles de predecir.
Es posible que el patrimonio vivo no solo se esté aprovechando, sino además REVALORIZANDO -por lo menos en la pequeña ciudad de San José del Rincón, Provincia de Santa Fe, República Argentina, en virtud del aislamiento de las personas determinado por el Estado, que ha hecho imprescindible poner en vigencia usos y costumbres poco utilizados.
La situación ha rescatado -por ejemplo en el área de la gastronomía-: antiguas recetas de una diversidad de comidas que en el ajetreo cotidiano de la vida normal no se producen; en la actividad lúdica: juegos de ingenio, creatividad, habilidad, etc. que habitualmente no encuentran momentos adecuados; en el esparcimiento: se recuerdan canciones, cuentos, mitos, leyendas, incluso danzas en algunos casos.
Las redes sociales en este caso han cumplido un rol importante para compartir la diversidad de situaciones planteadas.
Las designaciones utilizadas y la presentación de los textos y documentos presentados en esta plataforma no suponen ninguna toma de posición por parte de la UNESCO acerca de la condición jurídica de los países, territorios, ciudades o zonas ni respecto al trazado de sus fronteras o límites.