Prácticas y expresiones culturales vinculadas al uso del “m'bolon”, instrumento musical tradicional de percusión

    

Inscrito en 2021 (16.COM) en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia

© Direction Nationale du Patrimoine Culturel (DNPC), Mali, 2019

Utilizado en el sur de Malí, el instrumento musical de percusión denominado m’bolon se compone de una gran caja de resonancia, formada por una calabaza recubierta con una piel de bóvido, y de un mástil de madera curvo provisto de cuerdas. Para amplificar las vibraciones sonoras del instrumento, el músico suele utilizar un dispositivo campaniforme de placas metálicas con pequeños lóbulos ovalados que, gracias a unas anillas de hierro, puede atarlo a su mano mediante una almohadilla equipada con cordones o una banda elástica El número de cuerdas del m’bolon determina su función. Si tiene una o dos, se utiliza para acompañar celebraciones de eventos públicos y de rituales y ceremonias religiosas. En cambio, los instrumentos de tres y cuatro cuerdas –que suelen ser los más comunes– se utilizan para evocar las gestas heroicas de los reyes y la valentía de los guerreros del pasado, así como para acompañar los elogios pronunciados en honor de los jefes tradicionales y para infundir ánimo a los campesinos cuando realizan las faenas agrarias. El m’bolon se toca en solo o con el acompañamiento de instrumentos como el xilofón, el tambor parlante (tama) y los laúdes. La práctica de este elemento del patrimonio cultural inmaterial está especialmente extendida en el sur del país entre personas de todas clases, sin distinción de género, etnia o religión. Son asociaciones locales las que asumen la enseñanza sobre los conocimientos y las técnicas de interpretación del m’bolon, que también se transmiten de maestros a discípulos. No obstante, el número de practicantes del elemento es reducido y su viabilidad se ve amenazada por la urbanización, el creciente desinterés de los jóvenes y la presencia de religiones que prohíben los ritos y prácticas iniciáticas ancestrales.

Top