Los conocimientos tradicionales y contextos culturales de la fabricación del maksym, una bebida tradicional kirguisa
Inscrito en 2025 (20.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El maksym es una bebida fermentada espesa, consumida comúnmente en comunidad y apreciada por sus cualidades nutritivas. Su preparación consiste en tostar harina (generalmente de trigo, cebada o maíz) en grasa de cordero, mezclarla con agua y sal, y dejarla fermentar durante varias horas con cultivos naturales. Aunque tradicionalmente las mujeres preparan el maksym y los hombres recolectan los ingredientes, estos roles son flexibles y varían según el hogar. Las variaciones regionales reflejan los climas y los ingredientes locales.
Los conocimientos y saberes asociados se transmiten dentro de las familias, especialmente por mujeres mayores. También pueden adquirirse mediante preparaciones grupales, festivales y eventos comunitarios, tanto en zonas rurales como urbanas. El maksym también se enseña en escuelas técnicas y se promueve a través de libros, blogs y películas. Organizaciones, académicos y portadores de conocimientos tradicionales colaboran en la preservación y promoción de esta práctica.
El maksym es apreciado por personas de todas las edades, orígenes y regiones. Desempeña un papel importante al reunir a las personas y expresar cuidado y hospitalidad. Los cultivos utilizados para la fermentación tienen un significado simbólico, representando la prosperidad y la continuidad de la tradición. Una bendición común durante su preparación —“Que nunca te falte cultura”— refleja su profundo significado y su papel unificador en la sociedad.