La artesanía del mármol tiniota
Inscrito en 2015 (10.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El arte de esculpir el mármol constituye una expresión de la identidad cultural de la isla de Tinos. Los marmolistas poseen conocimientos empíricos sobre la composición y estructura de las rocas marmóreas, las propiedades de cada tipo de mármol y la manipulación de sus vetas. En sus talleres producen una gran cantidad de motivos, modelos y símbolos tradicionales, entre los que figuran cipreses, flores, pájaros y navíos. Todos ellos se basan en un conjunto simbólico común de tradiciones religiosas, mágicas y orales, y lo perpetúan al mismo tiempo. Los motivos esculpidos en edificios, señalizaciones de caminos, iglesias y cementerios cumplen una función propiciatoria y apotropaica. En cambio, los esculpidos en recipientes y tragaluces de mármol tienen por objeto atraer salud y prosperidad. Los artesanos del mármol se agrupan a veces en equipos para la realización de proyectos de vasta envergadura, y otras veces trabajan solos para satisfacer los pedidos de poca monta. La transmisión de sus conocimientos y técnicas se rige por prácticas ancestrales. Los aprendices empiezan realizando tareas de menor importancia, como ordenar las herramientas de sus maestros y limpiar los talleres, y luego se les habilita para que aprendan a dibujar y adquirir la destreza manual necesaria. Cada maestro supervisa y guía a dos aprendices, que suelen ser miembros de su familia. Cuando finalizan su formación, los aprendices reciben el título de maestros artesanos junto con un pequeño estuche de herramientas. Casi una cuarta de los aspirantes al título de maestro son mujeres, lo cual pone de manifiesto la evolución considerable que se ha registrado en la artesanía del mármol, que hasta una época reciente era una actividad exclusivamente masculina.