La artesanía del cobre de Lahij
Inscrito en 2015 (10.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La artesanía del cobre de Lahij comprende la fabricación y el uso tradicionales de objetos de cobre de la localidad de este nombre, situada en la vertiente sur de la cordillera del Cáucaso. La totalidad del proceso de fabricación lo coordina un maestro fundidor con la ayuda de un aprendiz, que va adquiriendo con la práctica el dominio de las diferentes técnicas. Un herrero atiza el fuego de la forja con un fuelle y martillea el cobre fundido hasta modelarlo en placas finas. Luego, un calderero pule y ornamenta esas placas hasta obtener el producto acabado. Esta última etapa de la fabricación artesanal reviste una importancia cultural especial, ya que los motivos de ornamentación utilizados se centran a menudo en el medio ambiente y el entorno locales, reflejando los conocimientos y valores tradicionales de los depositarios de este arte tradicional. El maestro fundidor se encarga de vender los productos finales en el taller y de remunerar el trabajo de los artesanos que han participado en su fabricación. Los conocimientos y técnicas tradicionales de fabricación se transmiten de padres a hijos en el seno de las familias de fundidores. Son muy numerosos los azerbaiyanos que se desplazan a la localidad de Lahij a fin de comprar objetos de cobre para la vida diaria, en particular los de uso alimentario, por estimar que tienen repercusiones benéficas para la salud. Este arte tradicional no sólo constituye una fuente de ingresos importante para los artesanos, sino que además les infunde un fuerte sentimiento colectivo de identidad y orgullo. Además, la artesanía del cobre estrecha los vínculos familiares en el seno de la comunidad de Lahij y se percibe como una seña de identidad inequívoca de esta localidad.