El carnaval de Podence, celebración del fin del invierno
Inscrito en 2019 (14.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El carnaval que tiene lugar en la aldea de Podence para festejar el fin del invierno es una práctica sociocultural que, en sus orígenes, fue un rito de paso masculino. Hoy en día, se ha adaptado al contexto contemporáneo y participan también en su celebración las mujeres y los niños. Con esta fiesta se despide al invierno y se saluda el comienzo de la primavera. Las celebraciones duran tres días y tienen lugar en las calles y los hogares de las familias, ya que es costumbre que los vecinos se visiten mutuamente durante los festejos. Los “caretos”, personajes con máscaras tradicionales, bailan alrededor de las mujeres contoneándose al son de cencerros. Vinculada probablemente a ritos de fertilidad antiguos y ejecutada por esos personajes enmascarados, esta danza permite a los bailarines entrar en relación con otras personas sin que sean reconocidos. Los “caretos” se cubren el rostro con máscaras de hojalata o de cuero, visten ropajes con flecos de lana de varios colores y llevan colgados cencerros en el cuerpo. El lunes anterior al Martes de Carnaval un grupo de hombres lee en una representación teatral una lista ficticia de parejas de novios, burlándose de ellas para divertir a los asistentes. Cuando llega el Martes de Carnaval, algunas personas se disfrazan de “matrafonas”, personajes enmascarados típicos de las fiestas carnavalescas en las zonas rurales. Ese mismo día por la tarde se prende fuego a un monigote gigantesco y luego los “caretos” recorren los domicilios de sus parientes y amigos. La participación en esta práctica cultural festiva comienza desde la infancia, y las actividades llevadas a cabo por la Asociación del Grupo de Caretos de Podence han incrementado considerablemente las posibilidades de transmisión de este elemento del patrimonio cultural vivo.