El candombe y su espacio sociocultural: una práctica comunitaria
Inscrito en 2009 (4.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Todos los domingos y muchos días festivos, las llamadas de tambores del candombe resuenan en el barrio Sur de Montevideo y en otros dos barrios meridionales de la capital uruguaya, Palermo y Cordón, que albergan una población de origen africano. Antes de que dé comienzo el desfile del candombe, los participantes se reúnen en torno a fogatas para templar sus tambores y confraternizar. Una vez en marcha, el cortejo es encabezado por los comparsas más prestigiosos, miembros de familias reputadas en la comunidad por su virtuosismo en el arte de tocar el tambor desde muchas generaciones atrás. Tras de ellos marchan, en filas, los demás tamborileros, mientras que otros participantes, aficionados al baile o espectadores, acompañan el desfile o lo contemplan desde los balcones. Cada uno de los tres barrios repica de forma distinta el “piano” –el tambor de mayor tamaño y sonido más grave– de modo que el sistema característico de llamadas y respuestas entre los tambores del candombe constituye, a la vez, un vínculo de unión entre los barrios y un signo distintivo de su identidad propia. Transmitido en el seno de las familias de ascendencia africana, el candombe no sólo es la expresión de una resistencia, sino también una festividad musical uruguaya y una práctica social colectiva profundamente arraigada en la vida diaria de esos barrios. También es un símbolo y una manifestación de la memoria de la comunidad, que incita a los antiguos habitantes a retornar al núcleo histórico del candombe en determinados días festivos.