Como destacó una reciente evaluación del impacto de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, el vínculo entre la cultura y el desarrollo sostenible es cada vez más reconocido a nivel internacional. La Convención, sin embargo, es poco explícita al respecto, a pesar de que la relación entre salvaguardia, comercialización y desarrollo sostenible ha estado presente, en los últimos años, en numerosos debates de las reuniones del Comité.
Tampoco se aborda de manera explícita el impacto del cambio climático y sus repercusiones sobre los ecosistemas y las comunidades, a pesar de que los conocimientos tradicionales pueden proporcionar estrategias de adaptación viables y de fácil aplicación.
La sensibilización a la importancia del patrimonio inmaterial, en particular su contribución al desarrollo sostenible, sigue siendo un frente abierto, y aún se requieren muchos esfuerzos de sensibilización. No obstante, lo difícil es lograr que estos esfuerzos eviten descontextualizar o distorsionar las expresiones en cuestión.
Tres reuniones de expertos sobre estos temas se celebrarán sucesivamente en los próximos doce meses para proponer nuevas Directrices Operativas para la aplicación de la Convención y empezar a trabajar sobre un modelo de código ético: en Estambul, Turquía, en septiembre de 2014, en Vinh, Vietnam, en diciembre de 2014 y en Valencia, España, durante el primer semestre de 2015.