Las danzas de muchachos en Rumania
Inscrito en 2015 (10.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
En Rumania, las danzas de muchachos constituyen un género coreográfico popular que no sólo se practica en las comunidades con motivo de la celebración de bodas y días festivos, sino que también es objeto de representaciones escénicas. Cada comunidad posee su propia variante coreográfica en la que se expresan el virtuosismo y la combinación armoniosa del movimiento y el ritmo. El conductor y coordinador principal de la danza tiene asignada la misión específica de formar los grupos de bailarines y entrenarlos. Es secundado por un bailarín, escogido por su maestría técnica, que se encarga de conducir la danza en las representaciones. Los grupos de bailarines pueden estar formados por hombres de todas las edades –desde los cinco hasta los setenta años– e incluir tanto a rumanos como húngaros y gitanos. Esta última característica hace que las danzas de muchachos contribuyan a fomentar el diálogo intercultural y ofrezcan la posibilidad de conocer mejor la diversidad cultural, por ejemplo observando la forma en que danzan los bailarines de determinadas localidades y contemplando los estilos coreográficos de los distintos grupos étnicos. Los depositarios de esta expresión cultural tradicional son todos los miembros de las comunidades que la practican. La participación en sus representaciones, en calidad de intérpretes o de espectadores, contribuye al reforzamiento de la cohesión y la solidaridad en el seno de la sociedad. Este género de danzas ofrece a los hombres jóvenes la posibilidad de afirmar su estatus social en las comunidades tradicionales –y más concretamente entre las chicas jóvenes y sus familias– con la perspectiva de contraer matrimonio.