La epopeya Darangen de los maranao del lago Lanao
Inscrito en 2008 (3.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (proclamado originalmente en 2005)
El Darangen es una antigua epopeya cantada que esconde un verdadero tesoro de conocimientos del pueblo maranao, que vive en la región del lago Lanao, en Mindanao. Esta isla, que es la más meridional del archipiélago filipino, es la tierra natal de los maranao, uno de los tres principales grupos musulmanes del país.
El Darangen, que consta de 17 ciclos y un total de 72.000 versos, celebra episodios de la historia de los maranao y las tribulaciones de sus héroes míticos. Además de su fascinante contenido narrativo, la epopeya explora los temas fundamentales de la vida y la muerte, seducción, amor y política a través de los símbolos, la metáfora, la ironía y la sátira. El Darangen también codifica la ley consuetudinaria, las normas de comportamiento social y ético, nociones de belleza estética y los valores sociales propios de los maranao. Los ancianos siguen haciendo referencia a este texto antiquísimo en el ejercicio de su ley consuetudinaria.
El Darangen, que significa literalmente “contar cantando”, existía antes de la islamización de las Filipinas en el siglo XIV y forma parte de una cultura épica vinculada con las antiguas tradiciones sánscritas que se extendían por la mayor parte de Mindanao. Aunque el Darangen se ha transmitido sobre todo oralmente, partes de la epopeya han sido consignadas en manuscritos utilizando un sistema antiguo de escritura basado en la escritura árabe. Intérpretes especializados, que pueden ser hombres o mujeres, cantan el Darangen durante las celebraciones de bodas, que suelen durar varias noches. Los artistas deben poseer una memoria prodigiosa, dotes de improvisación, imaginación poética, conocimientos de la ley consuetudinaria y de la genealogía, una técnica vocal elegante e impecable, y la capacidad de cautivar al público durante largas horas. La música y el baile acompañan a veces la salmodia.
Hoy en día, el Darangen se practica con menos frecuencia debido en parte a su rico vocabulario y a sus formas lingüísticas arcaicas, que sólo pueden entender los intérpretes, los ancianos y los especialistas. Además, la tendencia cada vez mayor a adoptar modos de vida estandarizados en Filipinas puede representar una amenaza para la supervivencia de esta antigua epopeya.