El maloya
Inscrito en 2009 (4.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El maloya es un estilo de música, canto y danza nativo de la isla de la Reunión. Mestizo desde sus orígenes, el maloya es una creación de los esclavos malgaches y africanos de las plantaciones de caña de azúcar, que luego hicieron suya todos los habitantes de la isla. En sus inicios revestía la forma de un diálogo entre un solista y un coro acompañado de instrumentos de percusión, pero hoy está cobrando formas cada vez más variadas tanto en las letras de sus canciones como en los instrumentos utilizados (djembés, sintetizadores, baterías, etc.). Cantado y bailado en escena por artistas profesionales o semiprofesionales, el maloya se ha mezclado con el rock, el reggae y el jazz, e inspira la poesía y el “slam”. En sus orígenes el maloya acompañaba los ritos de veneración de los antepasados, pero paulatinamente fue transformándose en canto de lamento y protesta de los esclavos. En los últimos treinta años se ha convertido en una música representativa de la identidad de la población isleña. En todos los eventos culturales, políticos y sociales de la isla está presente el maloya, que se ha convertido en un vector de reafirmación de los derechos cívicos. Hoy en día, esta música se mantiene viva gracias a unos 300 grupos musicales registrados –en algunos de los cuales hay artistas mundialmente conocidos– y a la enseñanza musical especializada que se imparte en el Conservatorio de la Reunión. Factor de identidad nacional, ejemplo de mestizaje, portador esencial de valores morales y modelo de integración cultural, el maloya se ve no obstante amenazado por la evolución social, la desaparición de sus figuras más importantes y la extinción del culto a los antepasados.