La charfiya, técnica tradicional de pesca de las Islas Kerkennah
Inscrito en 2020 (15.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La charfiya es una técnica tradicional de pesca pasiva que se practica en las Islas Kerkennah, aprovechando las condiciones hidrográficas, las características del relieve del fondo del mar y una serie de recursos naturales, tanto terrestres como marinos. Consiste en crear una instalación pesquera fija, formando una barrera triangular construida con palmas clavadas en el fondo del mar. Los peces, arrastrados por el descenso de las aguas en la marea baja, penetran primero en cámaras de captura y luego en redes o nasas quedando así atrapados. A diferencia de los que son pescados con artes de arrastre que rascan el lecho del mar, los peces capturados en la charfiya permanecen vivos y en ayunas dentro de las redes y nasas hasta que se procede a izarlas. La charfiya sólo se instala y utiliza desde el equinoccio de otoño hasta el mes de junio, a fin de dar un reposo a los recursos haliéuticos y facilitar su regeneración. La reinstalación anual de este dispositivo de pesca va acompañada por diversas prácticas sociales, como celebrar comidas en común y recitar plegarias. Esta técnica de pesca requiere un buen conocimiento de la topografía submarina y las corrientes marinas. La mayoría de los habitantes de las islas aprende a pescar desde la infancia. Suele ser corriente que los jefes de familia transmitan a sus hijos mayores los conocimientos inherentes a esta técnica, así como la propia instalación pesquera, para que su propiedad no salga del ámbito familiar. En algunos centros de formación profesional también se puede hacer un aprendizaje indirecto de este elemento del patrimonio cultural inmaterial. Por ser la técnica pesquera más usada en las Islas Kerkennah, toda la comunidad participa de uno u otro modo en la práctica del elemento, desde la instalación de la barrera hasta la izada de las redes y nasas, pasando por la práctica de los rituales conexos. Esto hace que la charfiya sea un factor de unificación de la población del archipiélago.