La caligrafía china
Inscrito en 2009 (4.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La caligrafía china ha sido siempre algo más que un mero instrumento de comunicación, ya que posee una dimensión artística que valoriza su práctica, incluso en la era del bolígrafo y el ordenador. De hecho, la caligrafía ha dejado de ser el instrumento básico de intelectuales y funcionarios para convertirse en un dominio exclusivo de artesanos y aficionados apasionados. Independientemente de que recurran a sus pinceles para consignar información o ejecutar bellos rasgos, los calígrafos utilizan cinco estilos de escritura diferentes: el del “sello”, el de los “escribas”, el “regular”, el “corriente” y el de “hierba”. Este arte se puede practicar en cualquier soporte de escritura –incluso en paredes rocosas de acantilados y farallones–, pero se utiliza sobre todo en cartas, rollos de papel, obras literarias y abanicos. Actualmente, además de la formación tradicional maestro-aprendiz, la caligrafía se enseña en la escuela. La práctica de la caligrafía no sólo está presente en muchas celebraciones de eventos nacionales y ceremonias religiosas, sino que también ejerce una influencia patente en el arte, la arquitectura y el diseño contemporáneos. En su forma china característica, la caligrafía es un medio importante para valorar la cultura tradicional y la enseñanza artística. Fuente de orgullo y deleite para el pueblo chino, el arte caligráfico encarna aspectos importantes del patrimonio intelectual y artístico del país.