El namsadang nori
Inscrito en 2009 (4.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El namsadang nori –literalmente: “teatro de cómicos ambulantes varones”– es un espectáculo folclórico tradicional con múltiples facetas, que solía ser representado antaño en Corea por artistas itinerantes, y que ahora se mantiene vivo gracias a compañías artísticas de profesionales. El espectáculo consta de las siguientes partes: un concierto de “música campesina”, en el que predomina el sonido contundente de gongs metálicos y tambores con parches de piel de animales; una danza de máscaras con cuatro escenas cómicas, en las que se imitan a personas de distintas clases sociales; un número circense, en el que un payaso mantiene desde el suelo un diálogo lleno de ocurrencias con un funámbulo subido en el alambre; un espectáculo de marionetas con siete escenas y más de cincuenta títeres, acompañado por un narrador y músicos; un número de acrobacia en el suelo con diálogos cómicos y acompañamiento musical; y un número final de virtuosismo, consistente en hilar sirviéndose de un aro y un palo de madera. Además de servir de esparcimiento a un público rural arracimado en torno a escenarios al aire libre, el namsadang nori ha sido el vector de un mensaje social importante. En efecto, la danza de máscaras y el teatro de marionetas describían la opresión que pesaba sobre las clases más modestas de la sociedad y sobre las mujeres en una sociedad dominada por los hombres. Por intermedio de la sátira, esos espectáculos exponían los problemas de las personas privadas de medios de expresión en el plano político y difundían los ideales de libertad e igualdad, prestando así apoyo a los desfavorecidos y sirviéndoles de fuente de inspiración.