El arte tradicional âşıklık (la juglaría)
Inscrito en 2009 (4.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El arte tradicional âşıklık (la juglaría) perdura en Turquía gracias a los juglares ambulantes llamados âşıks. Vestidos con atuendo tradicional y rasgueando un instrumento de cuerdas llamado saz, los âşıks suelen actuar en bodas, cafés y festividades públicas de toda índole. Despertada por un sueño, su vocación les lleva a emprender un largo aprendizaje para dominar las artes que son la médula de su profesión: tañer instrumentos de cuerda y percusión, cantar, narrar relatos y dialogar con réplicas ingeniosas. Sus poemas suelen versar sobre el amor y están escritos en metros silábicos rimados con un cuarteto final en el que enuncian el mâhlas, su seudónimo. En sus actuaciones, las improvisaciones pueden comprender adivinanzas, narraciones de cuentos populares, duelos verbales con otros âşıks para mostrar su agudeza de ingenio y creatividad, y la recitación cantada de poemas con una aguja en la boca para evitar la pronunciación de los sonidos B, P, V, M y F. En su peregrinación de comunidad en comunidad, los âşıks no sólo contribuyen a la difusión de valores culturales e ideas, sino que además facilitan el brote de un diálogo social vigoroso gracias a sus poemas sobre temas de actualidad candente y sus sátiras de la vida social y política. En las bodas, en particular, se les considera instructores y guías poseedores de un arte que se inspira en la cultura literaria turca y la enriquece a su vez, de la misma manera que enriquece la vida diaria de las comunidades de todo el país.