La procesión Za Krizen (vía crucis) en la isla de Hvar

   

Inscrito en 2009 (4.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

© 2008 by Ministry of Culture

Después de la misa del jueves santo, antes de la fiesta cristiana de la Pascua de Resurrección, cada uno de los seis pueblos de la isla dálmata de Hvar, situada al sur de Croacia, designan a un grupo de vecinos para que vayan en procesión a los cinco pueblos restantes y regresen a su punto de partida, efectuando un recorrido de veinticinco kilómetros en ocho horas. Cada uno de los grupos de este vía crucis organizado por las comunidades va encabezado por un portador de la cruz, que marcha sin descanso con los pies descalzos o en calcetines. Antiguamente, ese portador era escogido entre los miembros de cofradías religiosas, pero hoy se elige entre una lista de candidatos inscritos a veces con veinte años antelación. Su función, ambicionada y respetada, ilustra el grado de devoción de esta persona y de toda su familia. Detrás del portador de la cruz van dos acompañantes con sendos candelabros, otras personas con cirios y faroles, cinco coristas que entonan el Lamento de la Virgen María en diversos puntos del recorrido y muchos fieles de todas las edades, croatas o extranjeros, que visten hábitos de diversas cofradías religiosas. Tras haber sido recibidas por cada uno de los curas de los otros cinco pueblos, las procesiones retornan a sus puntos de partida respectivos. Los portadores de la cruz recorren a la carrera los últimos cien metros del itinerario para recibir la bendición del párroco de su pueblo. Elemento ancestral e inalienable de la identidad cultural y religiosa de Hvar, esta procesión constituye un vínculo de unión entre los isleños y con la comunidad católica mundial.

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