La cerámica artesanal de Horezu
Inscrito en 2012 (7.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La cerámica de Horezu es un producto de artesanía excepcional, que se fabrica a mano en el norte del distrito rumano de Vâlcea y es ilustrativo de los conocimientos y técnicas artesanales de múltiples generaciones. Por regla general, el proceso de fabricación se reparte entre hombres y mujeres. Los hombres escogen y extraen primero la arcilla, y luego la someten a operaciones de limpieza, troceo, riego, amasado, pisoteo y mezcla, hasta transformarla en una pasta a partir de la cual obtienen una cerámica de color rojo. Los alfareros modelan luego los objetos con los dedos, aplicando una técnica especial que exige concentración, fuerza y agilidad. Aunque cada alfarero tiene un método propio para el modelado, todos respetan el orden de las operaciones. Las mujeres ornamentan los objetos utilizando técnicas e instrumentos específicos para trazar los motivos tradicionales. Su habilidad para combinar la ornamentación y los colores es la que imprime a la cerámica de Horezu una personalidad y un carácter únicos en su género. Los colores utilizados –marrón oscuro, rojo, verde, azul y “marfil Horezu”– son de tonos vivos. Una vez ornamentados y coloreados, los objetos se cuecen en los hornos. Los alfareros utilizan instrumentos tradicionales: mezcladoras para la limpieza de la tierra, tornos y peines para el modelado; cuernos de vaca huecos y palos rematados por un alambre para las ornamentaciones; y hornos de leña para la cocción. La transmisión de este elemento del patrimonio cultural se efectúa en las familias de los artesanos y en las alfarerías (de maestros a aprendices), y también mediante las ferias y exposiciones. Este arte tradicional confiere a la comunidad un sentimiento de identidad y cumple una función social en su vida diaria.