El arte del encaje de aguja de Alençon
Inscrito en 2010 (5.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El encaje de aguja de Alençon se fabrica con una técnica artesanal única en su género, practicada en la ciudad de este nombre, que está situada al noroeste de Francia, en la región de Normandía. Este encaje de aguja debe su excepcionalidad al alto nivel de competencia artesanal que requiere, así como al larguísimo tiempo necesario para su producción (siete horas por centímetro cuadrado). Las piezas de textil con calados realizadas con esta técnica se utilizan como ornamentos religiosos o profanos. Cada pieza consta de motivos unidos entre sí por una malla bordada muy fina. Su ejecución pasa por una serie de etapas sucesivas: dibujo y perforación del motivo en pergamino, realización de los motivos y las mallas de fondo, ejecución clásica del bordado de los motivos, creación de sombras con rellenos, ornamentación con diversos elementos y creación de relieves con recamados. A continuación se separa el encaje del pergamino con una cuchilla de afeitar, se despunta y se pulen los rellenos con una pinza de bogavante. Las encajeras dominan todas y cada una de las fases de realización del encaje y sus conocimientos sólo se pueden transmitir por medio de un aprendizaje práctico. Para llegar a dominar por completo la técnica del encaje de aguja de Alençon, se necesita una formación de siete a diez años de duración. El método de aprendizaje requiere una estrecha relación entre la maestra encajera y su aprendiza, y se basa exclusivamente en la transmisión oral y la enseñanza práctica.