Competencias, técnicas y conocimientos tradicionales vinculados a la conservación y transmisión de la arquitectura de madera en Japón
Inscrito en 2020 (15.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Este elemento del patrimonio cultural inmaterial abarca un conjunto de competencias, técnicas y conocimientos tradicionales destinados a conservar y transmitir el arte de la construcción de edificios de madera en el Japón. Los bosques cubren casi un 70% de la superficie del país, esto significa obviamente que desde muchos siglos atrás se viene empleando la madera para construir casas y edificios públicos. A este respecto, cabe señalar que la estructura arquitectónica de madera más antigua del mundo, el templo de Horyu-ji, todavía en pie actualmente, se construyó a principios del siglo VII. De las 17 prácticas y técnicas mencionadas en el expediente de candidatura del elemento, se pueden destacar en especial las cuatro siguientes: la preparación y aplicación del enlucido llamado sakan; la recolección de la corteza de cipreses autóctonos; el lacado de las estructuras tradicionales de madera; y la producción de los revestimientos del suelo denominados tatamis. Hasta el siglo XIX los maestros carpinteros formaban a sus aprendices, transmitiéndoles sus conocimientos teóricos y prácticos de las técnicas de construcción con madera. Sin embargo, el ulterior proceso de modernización dificultó este procedimiento de transmisión y esto tuvo por consecuencia la creación de asociaciones dedicadas a la salvaguardia del elemento. Los conocimientos tradicionales que se desea salvaguardar son los relacionados con la construcción de nuevas estructuras y con la restauración de los edificios ya existentes. En efecto, debido al clima cálido y húmedo del país resulta imprescindible efectuar reparaciones muy a menudo. En las obras de construcción y refección es necesaria la colaboración entre maestros artesanos de diferentes oficios. Algunos trabajos de mantenimiento requieren la participación de la población local. Los techados de cañas o paja, por ejemplo, se tienen que reemplazar cada veinte años y esta tarea exige emplear mucha mano de obra. El elemento tiene una función social porque fomenta la cooperación y la cohesión social, a la vez que fortalece el sentimiento de identidad cultural del pueblo japonés.