La procesión de Martes Santo, que data del Siglo XVII, no pudo ser realizada a pesar de que todo estaba listo y organizado por la Comunidad de Religiosas Concepcionistas Franciscanas bajo la autoridad del Obispo de Riobamba, Monseñor Julio Parrilla Díaz.

Más de 120 delegaciones estaban listas para la Procesión, desde autoridades locales y provinciales, hasta devotos de instituciones públicas y empresas privadas. La Procesión es la mejor organizada del país y se destaca la presencia de cofradías, asociaciones, hermandades, comunidades religiosos y devotos; su paso por las calles de la ciudad lleva al menos 4 horas y termina con la misa campal en la Plaza de la Concepción.

La efigie del Señor del Buen Suceso convoca, desde hace siglos, a miles de fieles devotos y no solamente de Riobamba sino de otros lugares del país. Ha sido la misma fe y amor ante esta advocación que permitió, dada la emergencia sanitara, asumir con decisión la suspensión de la novena, procesión, consagración de los niños al Señor del Buen Suceso, Vía Crucis y otros actos religiosos de carácter público.

Sin embargo, la novena, el Vía Crucis y celebraciones eucarísticas no dejaron de realizarse y tuvieron lugar a puerta cerrada; las dos primeras al interior de la Iglesia y Monasterio de la Concepción y las misas desde la residencia del Obispo de Riobamba. Todas las enunciadas anteriormente fueron transmitidas por facebooklive y algunas emisoras.

Como ejemplo la realización y transmisión de las ceremonias religiosos señaladas, generó en la comunidad un fenómeno social que permitió que una gran mayoría de personas en el cantón Riobamba (por transmisiones de emisoras) y devotos del país y otras naciones (redes sociales) puedan seguir estos actos de fe. Los números de radio escuchas, reproducciones, comentarios, etc, determinan que la colectividad pudo inclusive fortalecer su fe, entrega y amor hacia el Patrono de la ciudad a quien encomendaron bendiga y ayude a superar la emergencia que se vive.

Es más, la utilización de estos medios y empleo de tecnología, para transmitir dichas ceremonias, por parte de las religiosas conceptas y la autoridad eclesiástica, han valorado positivamente el trabajo de la Iglesia, vigente en mantener estas tradiciones locales y nacionales, la fe e historia. Se ha de considerar igualmente que la visión sobre la Iglesia se fortaleció pues la sociedad ha calificado positivamente a una institución que hoy da muestras de utilización de medios tecnológicos.

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