El Sema, ceremonia mevlevi
Inscrito en 2008 (3.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (proclamado originalmente en 2005)
Los mevlevi son una orden ascética sufí fundada en 1273 en Konya, desde donde se extendieron progresivamente a través del imperio otomano. Hoy, se pueden encontrar mevlevi en muchas comunidades turcas de todo el mundo, pero los centros más activos y famosos de la actividad de la orden están en Konya y Estambul.
Los mevlevi son famosos para sus danzas giradoras. Después de un periodo recomendado de ayuno de varias horas, los derviches giradores comienzan a dar vueltas sobre el pie izquierdo en una serie de movimientos de torsión cortos, utilizando el pie derecho para hacer girar sus cuerpos alrededor del izquierdo. El cuerpo del girador ha de ser flexible, debe permanecer con los ojos abiertos pero sin focalizarlos en nada, de modo que las imágenes sean borrosas y flotantes. En sus ceremonias, llamadas Sema, se toca un repertorio musical particular, el ayın. Con una base de cuatro partes de composiciones vocales e instrumentales, es interpretado al menos por un cantante, un flautista (neyzen), un músico que toca el timbal y otro que toca el címbalo. Los bailarines recibían enseñanza durante 1.001 días recluidos en casas (mevlevihane) donde aprendían la ética, los códigos del comportamiento y las creencias practicando el rezo, la música, la poesía y la danza. Después de esta formación, seguían siendo miembros de la orden, pero regresaban a su trabajo y a sus familias.
Como resultado de las políticas de secularización, todos los mevlevihane fueron cerrados en 1925. El gobierno turco comenzó a permitir representaciones de nuevo, aunque sólo en público, en los años cincuenta. Las restricciones cesaron en los años noventa. Algunos grupos privados están reestableciendo el carácter espiritual e íntimo original de la Sema. Sin embargo, treinta años de práctica clandestina han privado a las representaciones de una parte de su significación religiosa, ya que la transmisión se ha centrado en la música y en los cantos, en detrimento de las tradiciones espirituales y religiosas. Hoy día, muchas ceremonias ya no son representadas en su contexto tradicional, sino ante un público de turistas, y se han acortado y simplificado para responder a la demanda comercial.