La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca

    

Inscrito en 2022 (17.COM) en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia

© Erwin Campos Ramírez

La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca se inscribe en la tradición cultural mestiza del centro de Chile y se caracteriza por objetos funcionales y decorativos de color negro con toques blancos, creados con técnicas que se remontan a siglos atrás. Los objetos funcionales son ollas, fuentes y vajillas. Los objetos decorativos incluyen figuras relacionadas con el paisaje campesino y personajes locales (como la guitarrera, una mujer campesina que lleva una guitarra). Las alfareras venden sus creaciones en sus casas, en puestos locales, en el Mercado de Chillán y en ferias de artesanía, así como a través de intermediarios. Son las mujeres quienes poseen los conocimientos y prácticas de la alfarería y forman linajes femeninos que se distinguen por sus estilos respectivos. Fuente de autonomía social y económica, esta práctica pone de manifiesto el papel no subordinado de las mujeres en las relaciones de género. Sin embargo, la viabilidad de este elemento se ve amenazada por factores demográficos y medioambientales y por la precariedad de los contextos sociales. Con el desplazamiento de los jóvenes a las zonas urbanas, la posibilidad de transmisión disminuye. El acceso a las materias primas también es cada vez más difícil debido a la pérdida de biodiversidad y a la degradación del suelo. Además, la ausencia de regulación propicia la apropiación de la propiedad intelectual en torno al conocimiento de la alfarería y su uso por parte de diseñadores y artistas con fines lucrativos, sin compartir los beneficios con las artesanas.

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