La yola de Martinica, un modelo de salvaguardia del patrimonio cultural: desde su construcción hasta el arte de navegar
Seleccionado en 2020 en el Registro de buenas prácticas de salvaguardia
Creada desde hace ya varios siglos, la yola de la isla de Martinica es una prueba manifiesta de la importancia que han tenido y tienen las embarcaciones tradicionales en la región caribeña. Se trata de una barca de forma ahusada, ligera, rápida y de poco calado que puede navegar con una o dos velas. Para equilibrarla los tripulantes se mantienen fuera del casco encaramados en largas pértigas amovibles, lo cual exige mucha agilidad, fuerza física y una coordinación perfecta. La yola puede cambiar de forma en función del uso que se le dé o de las condiciones específicas de la navegación y del espacio geográfico en el que se utilice. Por ejemplo, la yola de Martinica está perfectamente adaptada a la navegación costera en esta isla. En los decenios de 1950 y 1960, se construyeron otros tipos de embarcaciones fabricadas con materiales compuestos y equipadas con motores que fueron sustituyendo paulatinamente a las yolas tradicionales. Ante el peligro de que desaparecieran estas embarcaciones, surgió un movimiento espontáneo para salvaguardarlas por considerarse que son testigos de la historia y la sociedad isleñas. Las primeras iniciativas en favor de la salvaguardia fueron adoptadas por los pescadores y consistieron en la organización de regatas de yolas. Con el correr del tiempo el programa de salvaguardia fue cobrando fuerza e importancia y, hoy en día, cuenta con el apoyo de numerosas agrupaciones y socios ya veteranos. Son muy diversas las buenas prácticas que se han derivado de este programa, cuyos objetivos principales son: preservar los conocimientos teóricos y prácticos de los carpinteros de ribera; transmitir el arte de navegar en yola; estrechar los lazos entre los practicantes del elemento y la comunidad local; y crear una federación que sea capaz de organizar eventos importantes.