Dado que el patrimonio cultural inmaterial se traduce en prácticas sociales profundamente arraigadas en las comunidades, el hecho de estar aislados lo pone en riesgo, ya que la práctica colectiva se imposibilita. Sin embargo, la sociedad está aprovechando los medios virtuales para encontrarse en la práctica de algunos saberes, oficios y tradiciones.
Y es que son esas prácticas y saberes los que están dándole esperanza a la gente, los que permiten que la gente, a pesar de la distancia y del confinamiento, se encuentre y se identifique.
Ese es el poder del patrimonio vivo ! Para dar ejemplos, portadores han compartido recetas de la cocina tradicional, escritores han desarrollado talleres de lectura y de escritura creativa, poetas han declamado y músicos tradicionales compartido sus canciones.
Muchas personas comparten en redes recuerdos que aluden a la memoria colectiva como barrios, ciudades, sitios de interés, paisajes, personajes, familiares, etc… Algunos se han ingeniado la manera de compatir juegos tradicionales y mitos y leyendas, por ejemplo.
Quiero también mencionar dos ejemplos que tienen que ver con manifestaciones inscritas en la Lista del Patrimonio de la Humanidad que son la Semana Santa de Popayán y la Semana Santa de Mompox.
Por primera vez en la historia, estas manifestaciones no pudieron realizarse como todos los años. Sin embargo, de manera creativa y ajustándose a las condiciones, algunos portadores salieron a las calles y, manteniendo la distancia, realizaron la procesión, mientras los ciudadanos observaban desde sus ventanas y balcones. Así, la celebración de 2020 será particular en la toda la historia.
Les désignations employées et la présentation des textes et des documents référencés dans cette plateforme n'impliquent de la part de l'UNESCO aucune prise de position quant au statut juridique des pays, territoires, villes ou zones, ou de leurs autorités, ni quant au tracé de leurs frontières ou limites.